miércoles, 15 de febrero de 2012

Villas-Boas, otra vez en la picota

El proyecto de André Villas-Boas en el Chelsea se tambalea. Emprendió una revolución, sacrificando vacas sagradas, que dio resultados temporales. Pasado un tiempo el efecto se ha evaporado por sí sólo. El bloque camina por el umbral de la inestabilidad nuevamente, saliéndose de las plazas de Champions en la Premier League la pasada jornada.

El Arsenal no sólo le ha dado caza, sino que le ha adelantado tras el tropiezo de los Blues frente al Everton (2-0). Hay consecuencias aún más graves. Las dudas pasajeras se han instaurado de forma perpetua en la cabeza de Abramovich. El magnate ruso podría haberdado un ultimátum de cara a la eliminatoria frente al Nápoles a su todavía entrenador. Todo lo que no sea una clasificación para cuartos significaría su despido. Desde que adquiriera la entidad de Stamford Bridge tuvo el sueño de convertir al bando londinense en una de las apuestas UEFA. El deseo se está retrasando más de lo esperado y la paciencia con los entrenadores va a menos.

Si hace uno años recitaba de memoria la alineación de su Chelsea, ahora casi cada jornada ve un once distinto sin jugadores con el gancho de Lampard en la grada, que por otro lado se ha convertido en un asiduo del banquillo. Villas-Boas no termina de aclarar sus pensamientos en Inglaterra, al contrario de lo que ocurría en el Oporto. Todos sabían a que jugaba ese equipo y pocos sabrían definir el estilo actual del Chelsea.

No será por falta de recursos, ya que tiene materia prima a su cargo. Mata, Sturridge, Oriol Romeu y David Luizson rostros juveniles sobrados de talento, que cargan por falta de previsión con más responsabilidad de la esperada. Además no tienen todavía el respeto entre los rivales de estrellas venidas a menos en la plantilla como Terry, Lampard o Drogba. En estos escasos meses luchan por hacerse un nombre con todo en contra. Las exigencias del dueño, el lio de ideas del jefe o la desesperación de la afición no ayudan a su formación en una de las competiciones más exigentes.

La solución podría estar en un nuevo inquilino para el banquillo. Hiddink, Capello, quien ya no tiene compromisos con las apuestas en partidos internacionales de Inglaterra, y Mourinho son sólo algunos de los entrenadores que suenan desde hace tiempo como relevo de Villas-Boas. La diferencia estaría en la fecha de sucesión. Siempre se creyó que el crédito del ex del Oporto expiraría en junio, pero con derrotas como ante el Everton y una hipotética eliminación en Champions todo se adelantaríaprecipitadamente.

2 comentarios:

futbollium dijo...

Habrían de teener paciencia con Vilas Boas , no es una tarea fácil la que tiene el luso de rejuvenecer a un Chelsea con vacas sagradas como Terry , Lampard , Ashley Cole o Drogba en la plantilla .

Un saluo

Cost per head bookmaking dijo...

creo que Villas Boas llegó al Chelsea muy temprano, le falta experiencia y conocimiento para manejar un vestidor de un equipo tan grande como el Chelsea