viernes, 13 de mayo de 2011

Steven Taylor y John Heitinga: Vidas paralelas.



Ambos son centrales, ambos son diestros, potentes, físicos y van muy bien de cabeza. Los dos son europeos. Prometían llegar a ser jugadores “top” en su sitio, pero el tiempo les ha privado de llegar a donde se esperaba. Los dos juegan en la Premier. Uno es de Inglaterra, el otro, de Holanda. Se llevan 2 años de diferencia y sus palmarés son bien distintos.

John Heitinga es originario de Ámsterdam. Hizo toda su trayectoria juvenil enrolado en las inferiores del Ajax, una de las mejores canteras del mundo. Debutó a los 17 años en la posición de central. Era un líder para el filial y capitán de diversas selecciones inferiores. El gran paso había llegado, le esperaba la Eredivisie. Poco después, se asentó en el puesto de central diestro aunque jugaba como lateral cuando Trabelsi no podía hacerlo. Steven Taylor es londinense, pero desde bien pequeñito jugó para el equipo de sus amores, el Newcastle. Debutó también con 17 años, como central y se fue cedido al Wycombe por media temporada. Al año siguiente se asentó en el once de las urracas del que no se iba a mover en mucho tiempo. Ha sido el gran capitán de la selección inglesa hasta la sub 21, pero su oportunidad con los mayores aún no le ha llegado.

Ambos empezaron y parecía que se iban a comer el mundo. Anotaban entre 3 y 6 goles por temporada, que para su puesto no está nada mal. Ambos eran conocidos por los medios de sus países como los antiaéreos, porque no dejaban rematar a ningún rival si ellos estaban cerca. Pero la vida les cambió hace relativamente poco. El holandés, después de hacer un buen mundial, haber sido por dos veces mejor jugador de su liga y tener su fichaje hecho por el Atlético de Madrid, sufrió una grave lesión de rodilla que le privó llegar al cien por cien a la Euro 2008. Cuando estaba recuperado, sufrió la misma lesión en la otra rodilla. Perdió masa muscular y le dejó varias secuelas que hoy aún arrastra y le hacen recaer a menudo. Los expertos decían que Heitinga tenía unas cualidades que pocos habían tenido nunca y su actitud podía hacerle uno de los mejores del mundo en su sitio. Ahora, está en el Everton, donde ha sido relegado al doble pivote para contener y dar salida debido a la pérdida de velocidad de reacción que le privan rendir al máximo en el lateral y en el centro de la zaga. Cuando llegó a la ciudad inglesa incluso se especuló con una posible retirada y los médicos no veían posible que el holandés pudiese jugar a gran nivel debido a los dolores que debía recibir. Su capacidad de sufrimiento le hace poder jugar semana tras semana.

Steven, por su lado, vio cómo se truncaba su carrera hace año y medio más o menos. Era líder, santo y seña del Newcastle. Capitán indiscutible. Una serie de desavenencias con sus compañeros y una fuerte bronca con el hoy jugador del Liverpool Andy Carroll le hizo perder el apoyo de la grada y de los propios compañeros. Tras la trifulca, acabó perdiendo la capitanía, con la mandíbula rota y perdiéndose lo que restaba de temporada, incluido el Mundial, para el que era un fijo y truncándose su pase al Chelsea que estaba prácticamente cerrado. Fue el principio del fin. Una dura recuperación le esperaba. En el primer partido de pretemporada que jugaba, se rompió la clavícula. Durante la recuperación, sufrió problemas de rodilla. Estaba destrozado. Ya no sólo había perdido la capitanía y el apoyo de la grada, sino que había perdido su sitio en el once. Había pasado de ser el ídolo del Newcastle, de poder ir al Mundial y jugar en el Chelsea, a ser suplente en el propio Newcastle. Acababa contrato este junio y en el mercado invernal fue puesto en venta. Se rumoreaba que el FC Barcelona podía intentar ficharlo como parche a sus bajas. También el Liverpool se interesó en él. Chelsea volvió a intentar un fichaje, pero viendo el bajón de su nivel y su actitud fuera del campo, se decidió por David Luiz. Con la llegada de Pardew, parece que Steven vuelve a ser importante, ha renovado y poco a poco vuelve a disputar de minutos. Año y medio para olvidar, en un jugador que lo pudo ser todo y se ha quedado en nada, de momento.

Así pues, la vida de dos hombres que lo podían haber sido todo, pero que las lesiones han truncado sus carreras y pese a jugar en el máximo nivel, no son y parece que no conseguirán ser jugadores TOP.

No hay comentarios: